El malacate de 1 tonelada con motor 13 HP y reductor es una solución clave para el izaje vertical de materiales en edificios y obras de altura, donde el flujo constante de block, cemento, acero y acabados define el ritmo de avance por nivel.
En proyectos de vivienda vertical, oficinas, hoteles o usos mixtos, este tipo de malacate permite abastecer cada piso de manera ordenada, reduciendo la saturación de elevadores provisionales y minimizando el esfuerzo físico del personal.
Su combinación de capacidad de 1 tonelada, motor de alto desempeño y reductor de torque facilita el trabajo diario en edificios en construcción desde los primeros niveles hasta la etapa de acabados.
Integrar un malacate de 1 tonelada al plan de obra vertical ayuda a cumplir cronogramas exigentes manteniendo orden y seguridad en la zona de izaje.
En edificios de mediana y gran altura, el malacate funciona como un punto de suministro vertical que conecta planta baja con los niveles en ejecución, desde estructura hasta acabados.
Un malacate correctamente ubicado permite programar ventanas de izaje para cada piso, evitando cuellos de botella en el suministro de materiales.
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La forma en que se instala el malacate en un edificio depende del espacio disponible, los accesos para camiones y la relación con la estructura. Una buena configuración reduce interferencias con otras actividades.
Una correcta planificación del punto de izaje garantiza que el malacate alimente de manera eficiente la obra sin bloquear salidas de emergencia, accesos de personal o rutas de evacuación.
En edificios, el izaje vertical implica trabajar por encima del nivel de calle, lo que requiere un control más estricto de la zona de carga y descarga para proteger al personal y a terceros.
Integrar estos puntos al plan de seguridad de obra ayuda a reducir incidentes asociados al movimiento de materiales en altura.
El verdadero valor del malacate en edificios se aprovecha cuando se integra a la planeación logística del proyecto, definiendo horarios, niveles prioritarios y tipos de carga en cada turno.
Cuando el malacate se administra como un recurso crítico de la obra vertical, se convierte en un aliado estratégico para mantener el avance por niveles dentro del programa.
En la mayoría de las obras de vivienda y edificios medianos, un malacate de 1 tonelada es suficiente para el izaje de materiales, siempre que se respeten los límites de carga por viaje y se planeen los ciclos de trabajo de forma adecuada.
Sí. El malacate se utiliza tanto en etapa de estructura (colados, acero, cimbra) como en albañilería y acabados, ajustando el tipo de carga y la forma de contener los materiales en cada fase.
Es seguro siempre que se delimite la zona de riesgo, se coloquen protecciones en fachada y se sigan los procedimientos de seguridad. En zonas urbanas es clave coordinar maniobras para minimizar impacto en peatones y vehículos.
El malacate es una solución temporal muy eficiente durante la construcción. Sin embargo, el elevador definitivo se diseña bajo otras normativas y para operación permanente; el malacate no lo sustituye, sino que lo antecede en la fase de obra.
Es recomendable indicar: altura máxima del proyecto, número de niveles, tipo de materiales a izar, frecuencia de uso diario, condiciones de espacio en fachada/patio y energía disponible (eléctrica o sólo combustibles). Con estos datos se puede recomendar el equipo más adecuado.