Elegir el malacate adecuado para obra no sólo depende de la capacidad en toneladas. Es necesario considerar la altura de izaje, tipo de carga, frecuencia de uso y condiciones de trabajo para que el equipo responda de forma segura y rentable.
Esta guía resume los principales criterios técnicos y de operación que deben validar las constructoras, contratistas y responsables de obra antes de invertir en un malacate industrial de 1 tonelada o más.
El objetivo es reducir el riesgo de sobredimensionar o quedarse corto con el equipo, evitando paros de obra, sobrecarga del sistema de izaje y gastos innecesarios en mantenimiento.
Un malacate bien seleccionado se integra al flujo de trabajo de la obra, soporta el ciclo de trabajo diario y se adapta al tipo de proyecto (vivienda, comercial, industrial).
El punto de partida para elegir un malacate es definir qué materiales se van a levantar y en qué volumen. No es lo mismo abastecer block y cemento de forma continua que sólo subir herramientas ligeras de manera ocasional.
| Escenario de uso | Tipo de carga predominante | Capacidad de malacate recomendada |
|---|---|---|
| Obras pequeñas | Herramientas, cubetas de mezcla, pequeñas cantidades de block. | Hasta 500 kg, operación intermitente. |
| Obra de vivienda en serie | Block, cemento, cimbra y acero en tandas regulares. | 1 tonelada, ideal para abastecimiento constante por niveles. |
| Obra industrial / comercial | Cargas variadas, algunos equipos y pallets completos de material. | De 1 a 2 toneladas, según el peso de los bultos y canastillas. |
Seleccionar una capacidad ligeramente mayor a la carga típica ayuda a evitar trabajar el equipo al límite todo el tiempo, lo que reduce fatiga mecánica y fallas prematuras.
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La altura máxima del proyecto y la forma en que se moverán los materiales influyen en el tipo de malacate, el diámetro del cable, la base de soporte y los puntos de anclaje.
Un malacate correctamente especificado para la altura del proyecto reduce esfuerzos en el cable y en el motor, y permite ciclos repetitivos de izaje sin forzar los componentes.
El corazón del malacate es el conjunto motor + reductor. En construcción es común utilizar motores a gasolina de 9 a 13 HP o motores eléctricos industriales, acoplados a reductores que entregan el torque necesario para levantar 1 tonelada con seguridad.
Un malacate para obra con uso intensivo debe soportar múltiples ciclos de izaje por hora. Es recomendable verificar en la ficha técnica si el equipo está pensado para uso ligero, medio o pesado, y elegir siempre una categoría que iguale o supere la exigencia real del proyecto.
El “malacate correcto” no es sólo el equipo principal. Incluye la estructura de soporte, el cable, los ganchos, canastillas y los puntos de anclaje donde se fija el sistema. Todos estos elementos deben dimensionarse de forma conjunta.
Incluir estos puntos en la decisión de compra ayuda a que el malacate se integre a la obra como un sistema de izaje completo y no sólo como un equipo aislado.
Para vivienda en serie y obras medianas, un malacate de 1 tonelada suele ser suficiente, siempre que las canastillas o bultos no superen la capacidad nominal. Para proyectos industriales o cargas más pesadas puede ser necesario considerar equipos de mayor capacidad.
Depende de la disponibilidad de energía y el entorno. En zonas donde es complicado llevar energía eléctrica, el motor a gasolina es más práctico. En obras con buena infraestructura eléctrica y restricciones de ruido, los malacates eléctricos pueden ser la mejor opción.
El reductor es clave para controlar la velocidad y entregar el torque adecuado. Un malacate con buen reductor trabaja más fresco, soporta mejor el uso continuo y proporciona mayor seguridad en el ascenso y descenso de la carga.
Sí, muchos malacates son transportables y desmontables. Sin embargo, en cada nueva obra se debe revisar la estructura de soporte, los anclajes y la altura de izaje para asegurarse de que el montaje sea seguro.
Es recomendable tener definidos: tipo de obra, altura máxima, carga típica por ciclo, frecuencia de uso diario, espacio para instalar el equipo y tipo de energía disponible. Con estos datos es más fácil recibir una recomendación precisa.