El ácido fosfórico agrícola es una solución ampliamente utilizada en la agricultura moderna, especialmente en cultivos intensivos y fertirriego. Este compuesto aporta fósforo asimilable a las plantas, mejora el pH del suelo y limpia los sistemas de riego. En este artículo aprenderás qué es, cómo se usa, sus beneficios y cuánto aplicar según el tipo de cultivo.
El ácido fosfórico agrícola es una solución de ácido ortofosfórico (H₃PO₄) adaptada para uso en fertilización agrícola. Suele comercializarse en concentraciones del 75% al 85% y se utiliza tanto como fuente de fósforo (P) como para ajustar el pH del agua de riego.
A diferencia del ácido fosfórico de uso alimentario o industrial, el agrícola está formulado para ser compatible con suelos, sistemas de riego y mezclas de fertilización. Su aplicación correcta puede mejorar significativamente la eficiencia del riego y el desarrollo radicular de las plantas.
Este ácido tiene múltiples aplicaciones en el campo, y su uso depende del tipo de cultivo, sistema de riego y necesidades nutricionales del suelo. Entre los usos más importantes destacan:
El fósforo es un nutriente esencial para el desarrollo de raíces, la floración, formación de semillas y la transferencia de energía (ATP) en las plantas. El ácido fosfórico aporta fósforo en forma soluble y asimilable, lo que mejora la disponibilidad inmediata para el cultivo.
En zonas agrícolas con aguas duras o alcalinas, el ácido fosfórico permite reducir el pH del agua, mejorando la absorción de otros nutrientes como el hierro, manganeso y zinc. Esto lo convierte en un acidificante muy eficaz.
El ácido fosfórico disuelve precipitaciones calcáreas y obstrucciones en goteros o tuberías, ayudando a mantener un flujo constante de agua y nutrientes. Además, reduce la formación de biopelículas y mejora la sanidad del sistema.
El método más común para aplicar ácido fosfórico es mediante fertirriego, es decir, disuelto en el agua de riego a través de sistemas de riego por goteo o microaspersión. Se puede usar solo o combinado con otras soluciones nutritivas.
En algunos casos, se puede aplicar ácido fosfórico diluido directamente al suelo, especialmente en suelos alcalinos o calcáreos, para mejorar la disponibilidad de fósforo y reducir la fijación de nutrientes.
Para limpiar el sistema de riego, se puede hacer un lavado ácido aplicando ácido fosfórico a baja concentración por unos 30-45 minutos, seguido de un lavado con agua limpia.
La cantidad depende del objetivo (fertilización, acidificación, limpieza), del tipo de cultivo y del pH inicial del agua. Aquí tienes una guía orientativa:
Cultivo | Etapa | Dosis (L/ha) |
---|---|---|
Hortalizas (tomate, lechuga) | Crecimiento radicular | 3 – 5 L/ha |
Frutales (cítricos, aguacate) | Floración / amarre | 5 – 8 L/ha |
Cultivos extensivos (maíz, sorgo) | Pre-siembra o arranque | 4 – 6 L/ha |
⚠️ Importante: Siempre consultar con un agrónomo y realizar un análisis de agua y suelo antes de definir la dosis exacta.
Para bajar el pH de agua dura (de 8.0 a 6.5), se suelen usar entre 1 a 3 ml de ácido fosfórico por litro de agua, dependiendo de la dureza (ppm de carbonatos). Es crucial usar un medidor de pH en tiempo real durante el proceso.
El ácido fosfórico es un producto corrosivo y debe manejarse con cuidado:
El ácido fosfórico agrícola es una herramienta valiosa en la agricultura moderna. Su uso responsable mejora la nutrición del cultivo, protege los sistemas de riego y optimiza la calidad del agua. Para obtener los mejores resultados, es esencial realizar análisis previos, aplicar las dosis correctas y monitorear el pH del sistema. Consulta siempre a un profesional agrónomo antes de su aplicación masiva.
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